05 Jun
05Jun

A lo largo del tiempo el juego ha sido considerado como un aspecto fundamental en la formación del individuo. El juego es un elemento motivador que fomenta la creatividad y la espontaneidad del alumno en clase. Es un recurso muy importante para la enseñanza-aprendizaje del inglés dentro del aula, ya que aporta un enfoque innovador y diferente de adquirir el aprendizaje; y también le aporta al alumno recreación y hasta un descanso ante el estrés que desarrolla todo proceso de enseñanza.

A través de los juegos, los niños pueden aprender de la misma manera que adquieren su lengua materna, sin ser conscientes de que la están estudiando y aprendiendo; incluso está demostrado que los alumnos más tímidos responden mejor a los estímulos de la clase y participan de una manera más positiva.

Todos los niños participan activamente en el aprendizaje porque el juego es familiar a su entorno, y es fácil poder jugar, aunque sea en otro idioma diferente a su lengua materna, ya que el juego basado en sus experiencias, intereses, fortalezas y en el desarrollo de sus habilidades forma parte de su día a día. El juego forma parte de un proceso natural y significativo por el cual los niños construyen su propio aprendizaje, conocimientos y habilidades prácticas favoreciendo una motivación intrínseca por el inglés.

En los juegos, la participación de los alumnos es voluntaria y prestan más atención a los contenidos de la unidad si saben que los van a necesitar posteriormente para algún juego, y por lo tanto, mejoran su atención y rendimiento en general. De igual forma, el profesor puede evaluar las destrezas orales y auditivas de los alumnos sin que ellos se sientan presionados.

El aprendizaje en general, y el de una lengua extranjera en particular, responde a un fin general (aprender esa lengua) que se divide en objetivos cada vez más particulares. El juego aparece como una dimensión paralela a estos objetivos particulares, reforzando la motivación hacia un final satisfactorio. Se juega para ganar, se gana si se aprende, y si aprendes, ganas.

El juego proporciona una buena perspectiva de la cultura inglesa. El uso de los nombres en inglés introduce a los niños a esta lengua y a su entorno. La introducción de esta dimensión cultural nos permite desarrollar el vocabulario relacionado con estos temas mientras que, al mismo tiempo, proporciona un enlace con las actividades de otras áreas del currículo. Esto le permite entonces adquirir conocimientos socio-culturales y la capacidad de comunicarse en situaciones reales.


                               

Comentarios
* No se publicará la dirección de correo electrónico en el sitio web.
ESTE SITIO FUE CONSTRUIDO USANDO